6 de mayo de 2008

QUIENES SOMOS




Esta Iglesia nació en la ciudad de Copiapó el 8 de abril del 2007, siendo acogida por la “Corporación Iglesia Cristiana Nacional Marantha”, personalidad jurídica nº 232/82. Presidida por el Apóstol Miguel Gonzáles Espinosa, quien recibió a nuestros pastores; Enrique Araya y Rosa Araya, y a un grupo de hermanos que estaban con ellos en la anterior congregación a la que pertenecíamos, en la cual vivimos hermosos y gratos recuerdos que guardamos en nuestros corazones. Comenzamos reuniéndonos en el patio del hogar de nuestra hermana Maribel Vidal, el cual fue nuestro lugar de adoración por un periodo corto de tiempo, El cual fue motivo de mucha bendición para nuestras vidas. Luego de ese tiempo, con la visita de nuestro Apóstol Miguel Gonzáles y una delegación de pastores de Santiago y La Serena, llego la ayuda y la bendición de Dios, para juntos con los hermanos de la Iglesia, comprar un terreno en la población Balmaceda Norte de Copiapó. En la cual levantamos un lugar de adoración a nuestro Dios.

La visión de nuestra corporación es Misionera, llevando el evangelio a nuestro país y también al extranjero, en la cual se preparan a los creyentes en Discipulados, Seminarios y un Instituto Bíblico en la ciudad de Santiago; para capacitar a todos aquellos que estén dispuestos a servir al señor, no importando el status social o edad de cuyas personas que deseen trabajar en la obra de Dios: “la mies es mucha, y poco los obreros”.

En menos de un año, también hemos levantado un lugar de adoración a Dios, en la casa de nuestra hermana Maria Hernández, en la población Manuel Rodríguez de Copiapó. Por lo cual estamos en proyecto de comprar un lugar en dicha población.

En poco más de una año desde que comenzamos la obra, hemos crecido en un 200 %, llevando a nuestros vecinos el evangelio de Jesucristo. Estamos creciendo gracias a Dios, y esperamos seguir asiéndolo. Hay muchos planes que debemos terminar.

“…el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionara hasta el día de Jesucristo”
(FILIPENSES 1:6)

“Por sus frutos los conoceréis”
(MATEO 7:16)

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